MANUEL FRANCISCO CHOCANO SOTO
Hace tan solo unos días logré hacerme de un ejemplar de la
primera edición del libro “La batalla de Arica”, escrito por el recordado
periodista ariqueño, don Gerardo Vargas Hurtado, quien no solo vivió en carne
propia las secuelas de la guerra sino que sufrió sus consecuencias al ser expulsado
de Arica, junto a otros periodistas, por la labor que realizaban en favor del
Perú y su lucha por recuperar a las ciudades cautivas.
Aquel libro es una joya en manos de quien sepa apreciarlo,
pues no solo cuenta de manera pormenorizada los sucesos de aquel 7 de junio de
1880 sino porque entre sus hojas se halla la historia de cientos de tacneños
que entregaron su vida lejos de su tierra y en pleno corazón de la guerra.
En Arica estuvieron presentes 03 cuerpos enlistados en Tacna: Los Granaderos de Tacna, Cazadores de Piérola y Artesanos de Tacna. Según las anotaciones del Sub Prefecto Sosa,
citado por Vargas Hurtado, el primero contaba con 273 plazas, el segundo con
235 plazas y el tercero con 380 plazas. Este último, según el parte del coronel
Marcelino Varela, contaba exactamente con 387 plazas.
El Batallón Artesanos de Tacna tuvo la responsabilidad de
proteger las baterías del este al mando del citado coronel Varela, teniendo
como segundo jefe al entonces teniente coronel Manuel Francisco Chocano Soto y al
sargento mayor Armando Blondell como tercer jefe. De estos 3 valerosos
tacneños, solo el segundo combatirá hasta el final. Caído Varela,
sedera su puesto a Chocano para que tomé el mando de los artesanos que, disminuidos en gran
parte, ascenderán hasta el morro para batirse en resistencia junto al valiente coronel
Francisco Bolognesi.
Chocano salvará de un milagro, lo hará junto a hombres de su
igual grado, como son el argentino Roque Sáenz Peña y el moqueguano Manuel C.
la Torre. La providencia hará que, frente a una muerte segura, se interponga el
capitán chileno Silva Arriagada. Estos
reconocerán que aquel oficial será la razón por la que no cayeron asesinados en
el morro aquel 07 de junio, será una suerte que no corrieron los demás
valientes de Arica.
La historia de Manuel Francisco Chocano llamó mi atención de
inmediato, no solo por haber salvado la vida, sino porque a diferencia del
coronel Varela y del sargento Blondell, su nombre no es recordado o ubicado
fácilmente en la memoria de los tacneños. Por lo menos, mi poca experiencia, no
me permite ubicarlo fácilmente entre los nombres que se deben escribir en la
historia de Tacna.
Mi búsqueda por saber más de este personaje, se ha visto
frustrada por un instante, pues no he logrado encontrar en mi biblioteca mayor
información, que aquella que, por pequeña, no deja de ser importante, pues no
solo combatió en el morro sino que estuvo presente en la junta de guerra del
28.05.1880 en la que 31 jefes decidieron defender Arica. Finalmente, presidio
por muchos años la sociedad de sobrevivientes del combate de Arica.
Es cierto que es poco lo que se de este tacneño, pero esta información
será el hilo que me conducirá a una madeja mas grande, a la de los tacneños
olvidados en Arica. El nombre de Chocano merece ser recordado en Tacna y aquí
tenemos un trabajo pendiente por hacer.
Juan Carlos Cuya Velarde
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