!LA MALDITA SUNAT!

Artículo publicado el 24.09.2019 en diario "Sin Fronteras" 
Maldecir es una costumbre popular en nuestra país. De por sí los peruanos solemos maldecir contra todo, sobre todo a nuestra suerte. Aquello que parece un deporte nacional se intensifica e incluso une a los peruanos cuando de maldecir a la SUNAT se trata.   
Aquel odio hoy se ha trasladado a las redes sociales y cada cierto tiempo es posible ver algún post en donde se despotrica en contra de la actuación de la  Administración Tributaria. Tales publicaciones suelen, sin mayor esfuerzo, viralizarse y convertirse en el punto de desfogue de cientos de peruanos. Los comentarios suelen ser casi siempre los mismos: "¡cierren la SUNAT!" "¡La SUNAT destruye a los microempresarias!" "¿Por qué no le cobran a telefónica?" ¿Por qué no le cobran a los grandes?,  y otros más subidos de tono o descabellados. 
Tales reacciones de las redes nos permiten establecer tres sencillas conclusiones: Primero, La pésima percepción que tiene el ente recaudador, por lo menos en las redes sociales; Segundo,  si bien menos objetiva, que tal percepción es producto de que a los peruanos no le gusta pagar tributos; y, tercero, que los peruanos prefieren que sean otros los que paguen impuestos.
En lo referente a la primera conclusión, el INEI señalo en el 2017 que frente a la pregunta ¿actualmente tiene usted confianza frente a instituciones como la SUNAT?, El 23,2% dijo que confía, el 62,7% señaló que no confía y un 14,1% no opinó. Sin embargo, tal resultado parece alejarse respecto de la encuesta realizada por el diario el Comercio e Ipsos, también del 2017, que frente a la pregunta ¿diría usted que confió o no en la SUNAT? Se concluyó que el 52% si confía y un 43% no confía. Pese a la distancia de las encuestas, ambas demuestran que la entidad  recaudadora tiene un reto importante que asumir: mejorar el nivel de confianza hacia la población. Lo que evidencia que existe un fuerte sesgo hacia el trabajo de la Administración tributaria y su forma de recaudar.
Revertir tales cifras no pasa por lograr una mayor recaudación sino por mejorar cada vez más sus servicios hacia la sociedad. Virtualizar sus procedimientos es verdaderamente importante, pero en cambio, es necesario asegurarse que todas las personas puedan utilizar esas herramientas de una manera sencilla y rápida. 
Un dato curioso respecto de la SUNAT, es que sus siglas la  denominan como la Superintendencia Nacional de “Administración” Tributaria y Aduanera, a pesar de que en realidad no administra los ingresos tributarios y aduaneros del estado, sino que, únicamente los recauda y remite inmediatamente al tesoro público. Quizás está equivocada denominación, hace creer a la sociedad que es la SUNAT quien administra sus recursos y los dilapida.
Regresando al tema, resulta ser una perogrullada (afirmación que resulta superflua o simple por encerrar una verdad muy evidente) concluir “que a los peruanos no nos gusta pagar tributos y que preferimos que otros los paguen.” Pero a veces nos toca volver a poner el dedo sobre la llaga, y no olvidar que vivimos en un país en donde se piensa que pagar tributos es para  “tontos” y no pagarlos es de “vivos”.
En relación a ello, una encuesta de DATUM del 2018 (Diario Gestión, 13.03.2018) refiere que el 83% de los peruanos cree que es importante pagar impuestos, el 89% considera que los peruanos buscan evadir los impuestos y el 8% que no lo busca evadir. Cifra que aumenta al 91% y disminuye al 6% si a quien se considera busca evadir son las empresas.
Es indudable que tales resultados son antagónicos, dado que mientras un 83% cree que pagar impuestos es importante, un 89% considera que los peruanos buscan evadir los impuestos.
 Al parecer, como suele suceder en el Perú,  defendemos un doble discurso: pagar impuestos es bueno, pero la evasión es una práctica generalizada y aceptada.  Tales resultados no difieren de la verdad, si consideramos que en el 2017 el ente recaudador declaro que solo 12,700 empresas aportaban el 75% de la recaudación y 1.8 millones de empresas y pequeños negocios aportan el otro 25% (Diario Gestión 21.09.2017). 
La verdad de la sopa es que la SUNAT es más odiada por lo que representa (impuestos) que por sus propios actos. Los peruanos esperan que se recaude cada vez más, porque los impuestos son buenos para el país, pero también esperan que se los cobren a otros. 
Pretender odiar a la SUNAT y maldecirla es tanto como odiar levantarse todas las mañanas para ir a trabajar, puede no gustarnos, pero es necesario hacerlo si queremos contar con recursos económicos para seguir creciendo.

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